Reciclaje
El reciclaje es un proceso cuyo objetivo es convertir
desechos en nuevos productos para prevenir el desuso de materiales
potencialmente útiles, reducir el consumo de nueva materia prima, reducir el
uso de energía, reducir la contaminación del aire (a través de la incineración)
y del agua (a través de los vertederos) por medio de la reducción de la
necesidad de los sistemas de desechos convencionales, así como también
disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con la
producción de plásticos. El reciclaje es un componente clave en la reducción de
desechos contemporáneos y es el tercer componente de las 3R (“Reducir,
Reutilizar, Reciclar”).
Los materiales reciclables incluyen varios tipos de
vidrio, papel, metal, plástico, telas y componentes electrónicos. En muchos
casos no es posible llevar a cabo un reciclaje en el sentido estricto debido a
la dificultad o costo del proceso, de modo que suele reutilizarse el material o
los productos para producir otros materiales. También es posible realizar un
salvamento de componentes de ciertos productos complejos, ya sea por su valor
intrínseco o por su naturaleza peligrosa.
El Reciclaje transforma materiales usados, que de otro
modo serían simplemente desechos, en recursos muy valiosos. La recopilación de
botellas usadas, latas, periódicos, etc. son reutilizables y de allí a que,
llevarlos a una instalación o puesto de recogida, sea el primer paso para una
serie de pasos generadores de una gran cantidad de recursos financieros,
ambientales y cómo no de beneficios sociales. Algunos de estos beneficios se
acumulan tanto a nivel local como a nivel mundial.
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